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lunes, 29 de septiembre de 2014

Visita asturiana

Dos buenos amigos de Asturias, Tino y Ben, compañeros de fatigas y alguna que otra alegría tras los salmones vinieron a visitarme hace unos días. El plan era que conocieran la pesca desde embarcación, un poco de spinning y un poco de jigging. El primer dia llegaron con el tiempo justo para ir a dar unos lances a las lubis pues el dia era bravillo, con bastante mar y viento, y era la pesca más propicia. Salimos de puerto y nada más doblar el espigón maretón importante que impresionó a los invitados, poco bregados en estas lides. Una vez pasado el agobio inicial y viendo que el barco no se rompía (como temía Tino, jajaja), pusimos rumbo al pesquero donde empezaron a dar varadas con los vinilos, pesca nueva para ambos y en la que se defendieron más que dignamente teniendo en cuenta que las condiciones no eran nada cómodas y las picadas se hacían de rogar. Al final tras un par de horitas de lances Ben clavó una peque que nos quitó el bolo de encima y sirvió para que comprobaran que el método funciona, aunque no como nos habría gustado.



Volvimos a puerto, con el mar más tranquilo y al llegar  hicimos una buena pescata, y es que, !!como picaban al lado del pantalán!!!.........una tras otra sin parar, increíble!!!!!



 
 
Al dia siguiente la previsión era muchísimo mejor y nos fuimos mar adentro para hacer jigging profundo (sobre 100mts) tras los abadejos. Hacía un poco de aire pero un tremendo corrientón que superaba a la deriva del viento, pesca complicada pero decidí que pescaran ellos mientras yo me dedicaba a colocar el barco en posición a golpe de motor. Poco a poco las picadas se fueron sucediendo a los jigs de 150 a 200grs y fueron saliendo abadejos kileros que nos hicieron la jornada entretenida, eso sí, aderezada de vez en cuando por los vómitos de Ben que aguantó cinco horas mareado como un campeón, que duro es este hombre. Como anécdota Ben tuvo tremenda clavada en el fondo que al empezar a subir pensamos que sería un abadejón de varios kilos, pero que al llegar a la superficie nos sorprendió con dos abadejos guapos clavados en el jig y en un vinilo y el hilo enredado en un precioso coral de color amarillo, no me extraña que tirara!!!!
 
 
 
 
 
 
Al final una gratísima experiencia la visita de mis buenos amigos y aunque la pesca no fue gran cosa lo pasamos de miedo navegando, pescando, comiendo, bebiendo , se repetirá.
 
 
El tema lubinero  por mi zona anda parado, al menos para mi, el otro día tuve un rato por la tarde para acercarme unas horitas con el mar como a mi me gusta, olas de 2 a 4 mts, y aunque la cosa prometía solo fui capaz de sacar tres kileras que por lo menos me salvaron una vez más de un bolo más que cantado. A ver si se anima esto que se acerca  mi época favorita.......
 
 
 
 
 
 
 
Vinilos empleados ese día
 
 
 

miércoles, 10 de septiembre de 2014

De vuelta.....

Se acabó lo bueno, vuelta al trabajo pero también vuelta a la pesca un poco más en serio de lo que hice en agosto, en que me dediqué básicamente a meter el gusanillo a las nuevas generaciones con bastante éxito. Mi hijo Leo pudo estrenarse con los chocos, y con los vinilos pequeños menudo estilo que tiene, ya le gustaría a muchos mayores que conozco........ para muestra....




Yo por mi parte hice algunas pescas variadas aunque centradas más bien en los abadejos pues las lubinas estaban desaparecidas los días que fui, cierto es que las condiciones no eran las adecuadas con mar como un plato y ambiente veraniego, pero también es verdad que en días asi alguna sorpresa me he llevado, aunque pocas.

La semana pasada en compañía de mi amigo Miguel, gran mosquero y pescador de salmón, fuimos una tarde a jigear un poco en busca de abadejos. De camino paramos un rato en unos bajos lubineros y Miguel tuvo la suerte de clavar una kilera en los primeros lances con el ultra eel, ninguna picada más, con el mar plato ya me parecía bastante. Al llegar al pesquero euipados de jigs de 100 grs y escabelas tuvimos la suerte de dar con unos cuantos abadejos incluyendo uno majo que nos hicieron pasar una tarde entretenida. Al volver parada de nuevo en el sitio de la lubina y picada buena al crazy eel de fiiish, una chopa kilera, que por lo que tiraba pensé que sería un robalito. La verdad es que este señuelo que el primer dia no me gustó nada cada vez me convence más y para lo poco que lo utilizo debo reconocer que da bastante pescado. Seguiré probando.

 
Este fin de semana tuve una tarde libre asi que volví a la carga, la cosa no pintaba bien pues el dia era como casi todos, muy veraniego. aún asi decidí ir a dar un paseo y probar por la zona donde antes del verano pesque un gran abadejo. Dos o tres horas lanzando aquí y alla, en todoi tipo de profundidades, desde los 15 mts hasta los 60 mts, usando jigs, vinilos, y nada de nada, ni una mísera caballa, increíble. Aburrido y asumiendo un más que probable bolo, cambié el chip y decidí ir de exploración, ya que no picaba nada por lo menos dar un paseo a ver si veía algún sitio nuevo. Me alejé unas 4 millas más mar adentro en busca de fondos de 100 mts y al llegar a una zona en la que la sonda parecía marcar levemente un fondo de piedra monté un jig de 150 grs con una escabela y  a pescar. Nada más llegar al fondo picadón brutal doy a clavar y parece que se suelta vuelvo a notar picada y ahora si lo voy subiendo lentamente. Desde 100 mts la sensación es muy fuerte, no apto para problemas de espalda,  a los tirones del pez hay que sumarle la presión del agua, y tras unos interminables minutos llega arriba entregado un abadejo de kilo y medio enganchado en la escabela, perooooo, sorpresa!!!!,  sin el jig, algo me había partido el flurocarbono del 40, posiblemente estaba tocado. Flipando por la experiencia en el primer lance, monté otro jig y vuelta a empezar. Tras varias capturas más,  en una bajada noto una retención como la del primer lance, el jig se para en seco y me mete varias carreras, ahora si que me ha picado un bicho, con cuidado y lentamente va subiendo, hasta medias aguas las embestidas son curiosas. Al llegar arriba flipo, tremendo abadejo de casi 5 kilos acompañado de otro de unos 2 kilos en la escabela, con razón me tiraba tanto.  Más abadejos, un cabracho y otro doblete con uno de 3 kilos y decidí dar por terminada la jornada. Feliz por el descubrimiento, buena opción para los días de calma chicha. La Fe , la Fe...........