Seguidores

lunes, 4 de noviembre de 2013

ROBALOS

Ayer viví uno de los dias más gloriosos de mi vida en la pesca de la lubina. Noviembre es un mes que me encanta, el mejor del año para mi y ayer lo confirmé una vez más, y eso que aún no ha hecho más que comenzar.
 Tenía todo el dia para pescar asi que no madrugué demasiado, sobre las 10 estaba empezando a dar palos en zonas más bien abrigadas pues últimamente es donde sacaba más peixe.  Tras una hora sin picada, cambiando de piedras en numerosas ocasiones, me fui a zonas más expuestas donde el mar pegaba con fuerza en la costa, olas de 3 a 4 metros  y la marea baja hacían que hubiera que estar muy pendientes y con la debida distancia de respeto. Durante otra hora de pesca continua ni picada. Me parecía increible, noviembre, el mar con muy buena pinta y nada, ni siquiera una kilera tan frecuentes últimamente.
 Decidí cambiar totalmente de zona y crucé la ria, normalmente no hago desplazamientos tan grandes en la misma jornada, porque suelo ir cuatro horas, pero como tenía todo el dia me animé aprobar suerte por otras zonas.  Al llegar me fui a varias zonas de rocas y playas donde otros años tengo pescado algunas y durante otras dos horas más dándole duro, ni picada. El día comenzó a empeorar y ya estaba a media marea de subida cuando decido parar en unos bajos donde rompía con fuerza,  empiezo a varear la zona y nada.  Aunque normalmente no lo hago decido acercarme un poco más a la rompiente, el viento sur moderado, me alejaba del peligro y de la espuma por lo que tenía únicamente un lance en  cada pasada, en una de ellas siento como si enrocara pero inmediatamente notó las cabezadas típicas del robalo, empieza a sacarme hilo como un tranvia y se va directo a los bajos por lo que aprieto un poco el freno para retenerlo, empiezo lentamente a cobrar hilo y a mitad de camino cuando ya tenía más metros de fondo bajo el barco y empezaba a estar más tranquilo se pega una carrera directa hacia abajo que parece que me  a partir la caña, aprieto un poquito más y empiezo a subirlo, por fin se entrega, meto sacadera y bingo!! primer robalo del otoño.  Me encontraba feliz, el dia de pesca currada por fin tenía recompensa.

   Muchas veces los robalos grandes están en pareja por lo que, una vez pasado el momento de euforia, me dispuse a intentar coger otro. Paso una vez por el mismo sitio y nada. Llego al sitio de nuevo, lanzo el vinilo (black minow) con dificultad pues pescaba en contra del viento cada vez más intenso y ese vinilo no tiene una aerodinámica especialmente buena,  y de repente PICADON!!!  no me lo puedo creer, otro robalo, este aún parece mayor,  me lo tomo con más calma, la captura anterior me da un temple dificil de tener cuando te pica un ejemplar de este porte, las carreras son impresionantes, saca hilo del carrete tres cuartos de bobina, lo aprieto, vuelve a sacar hilo,  me intento tranqulizar,  lo traigo poco a poco, cada metro es una victoria, pasan los minutos, hasta que por fin allí aparece, entregado, mi record personal, 7 kilos de robalo, le echo la sacadera y Plack!! rota, agarro el aro como puedo y para fuera,  impresionante dia de pesca.

Me sigue pareciendo muy curioso que los dias robaleros normalmente no pican las lubinas, me ha pasado en más ocasiones, todo el dia pescando ni picada y la única que tienes es un robalo, y al contrario cuando entran más pequeñas no suelo pescar grandes piezas. 

Material:

- Caña Illicium Team 2,10  (10-30 grs).
- Carrete shimano twin power 4000 FC.
- Hilo power pro de 20 libras, bajo de fluorocarbono Seaguar 0.43.