El sábado nueva salida mañanera, esta vez acompañado por Gabriel un amigo que quiso acompañarme para ver como era el tema de la pesca de la lubina. Decir que Gabriel nunca había cogido una caña en sus manos y el reto era conseguir que pegara unos lances como dios manda y que pillara alguna......., complicado pero no imposible. Comenzamos en las zonas robaleras por excelencia con un mar de carallo, olas de 2 a 4 mts y un sur moderado nos meneaban, Gabriel se defendía bien, tras unos primeros lances con pequeños fallos, como es lógico, empezó a lanzar decentemente, como desde el barco no es tan importante la distancia como desde la costa, a pesar de que sus lances no eran muy largos, yo le animaba a continuar ya que el meneo al vinilo era perfectamente válido y le podía entrar una lubina en cualquier momento. Nos tiramos dos o tres horas sin picada, hasta que decidí cambiar de zona buscando más abrigo, pues últimamente había cogido varias en zonas más tranquilas. Dicho y hecho, nada más llegar veo a Gabriel con la caña retorcida y me grita Tengo una!! y efectivamente había enganchado una lubina que consiguió sacar para fuera. Enhorabuena Gabriel, tu primer dia de pesca, tu primera picada, y tu primera lubina, ya me hubiera gustado a mi!!!!!.
Gabriel exultante con su primer pez
Después del feliz acontecimiento continuamos pescando y en seguida pillé yo otra kilera, no se podía pedir más, Gabriel se había estrenado y yo no me iba bolo. Unos minutos más tarde me picó un robalo que tuve enganchado un par de segundos pero consiguió zafarse. Al cabo de un rato picadón, y esta vez si, robalete enganchado, una buena pelea y para el barco. Poco después pillé otra lubina y decidimos dar por concluida la jornada, que al final resultó ser mucho mejor de lo que parecía a media mañana. Fe, compañeiros, mucha fe..........
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